VENDER SHAWARMA, UNA TRADICIÓN EN LAS FAMILIAS LIBANESES EN GUAYAQUIL


Por: Diego Cuenca A.

Las tradiciones se dan de generación en generación, precedida por doctrinas y costumbres, que se conservan en un pueblo y se transmiten de padres a hijos. En Guayaquil, el ejemplo lo da la comunidad libanesa que desde 1875 se ha posicionado en esta ciudad, compartiendo su tradición y cultura a través de su gastronomía.

Alí Barakat, libanes, es uno de los migrantes que en 1994 llegó a la Perla del Pacífico junto a su familia para buscar una mejor vida fuera de su país de origen. Un año después de vivir en Ecuador (1995), su padre, quien lleva el mismo nombre, tuvo la iniciativa de abrir un restaurante, considerándose uno de los pioneros en la venta de shawarma en Guayaquil.

Entrar a una ciudad desconocida, con una cultura diferente, fue el reto de la familia de Alí. Su padre, tuvo que esperar dos años para que el shawarma empiece a ser conocido por los guayaquileños. Hoy su negocio continua, ‘Malek Al Shawarma’, tiene 20 años en la ciudad y está ubicado en Urdesa, Víctor E. Estrada y Guayacanes, la famosa “calle de los shawarmas”.

Según el portal web del Consulado de Líbano en Guayaquil, los libaneses han adaptado lo mejor de la cocina turca y árabe, aderezándolo con un aire de la francesa. Esta comida está caracterizada por usar carne de cordero; pero en Guayaquil, también se añade carne de pollo, lomo, cerdo, acompañado de una variedad de vegetales. Sin embargo, para el primo de Alí que lleva el mismo nombre y apellido, el shawarma solo se pide con pollo por motivos de precios, debido a que la carne de cordero es más cara y difícil de conseguir.

Esta producción comercial a través de su comida ha ido creciendo por las nuevas ofertas de restaurantes libaneses, como el de Hussein Bzeih. Él, es uno de los libaneses que ha emigrado durante los últimos años a nuestro país. Vino a Guayaquil porque aquí se encontraba su esposa desde hace 8 años; y sus primos, quienes se dedicaban a la venta de shawarma.

Con el transcurso del tiempo Hussein junto a su padre, chef internacional, decidieron abrir ‘Al Sultán Grill’ un comedor que tiene 2 semanas de inaugurado. En este nuevo restaurante, ofrecen variedad, como el ‘mix grilleado’, un plato que se adapta a la gastronomía ecuatoriana, lleva 3 chuzos con papas, ensalada y arroz, convirtiéndose en uno de los más pedidos.

Libaneses como ellos, son quienes han llegado a la ciudad de Guayaquil a generar comercio; además, sirios, palestinos y jordanos, también forman parte del grupo de inmigrantes que en nuestro país comparten su cultura.

Según datos del INEC 2010, las personas de Medio Oriente representan un porcentaje significativo en la inmigración y se han concentrado en Guayaquil por el comercio, algunos desempeñando un rol político o ejecutivo como los judíos, quienes han creado empresas comerciales y farmacéuticas que apoyan a la ciencia del país, como Roberto Gildred, Isaac Aboab.

Barakat, la familia de libaneses, que en el año 2000 vio que la clientela creció, decidieron ofrecer pipa árabe. En ese tiempo inició la curiosidad de los clientes, quienes poco a poco fueron consumiendo la pipa, originaria de la India; un artefacto que se sirve para fumar una mezcla de tabaco con sabor, conocida como shisha. La pipa enfría y filtra el humo pasándolo a través de una cantidad de agua.

Daniel Quirola de 19 años, es uno de los clientes de los comedores libaneses. Él comenta que junto a sus amigos va muy seguido a comer shawarma; en otras ocasiones ha ido a fumar pipa árabe, esto hasta que decidió adquirir su propia pipa, que le costó alrededor de $40. Para él, disfrutar de la comida en estos lugares le parece agradable, “me siento en contacto con otra cultura, escucharlos hablar en su idioma es algo interesante, aunque no los entienda”, mencionó entre risas.

Los restaurantes donde ofrecen este tipo de productos, se encuentran en urdesa, calle Victor E. Estrada y Guayacanas, principalmente en la calle guayacanes donde la variedad de oferta de comida libanesa está a cada paso.

1 comentario :

  1. Al comienzo eran buenísimos, sobre todo El Arabito. Ahora, en Urdesa, todos son malos. La gente no protesta porque le gustan los tacos y eso que venden es un taco sin fréjol. La supuesta salsa árabe de shawarma no tiene ajo como al inicio, es mucho más grasosa, sabe a mayonesa, es una ofensa. La verdadera receta lleva siempre ajo, aceite de oliva (sé que es caro, así que les perdonamos esto), a veces yogurt. La carne de pollo, vaca o cordero, recibe un marinado en unas especias que juntas se denominan "mezcla de especias libanesas". Sí, es complicada de importar (la venden ya hecha), pero aunque sea deberían ponerle el condimento de especias árabes que le ponían al comienzo. Ya no hay eso, ya no hay ajo en la salsa, los quipes tienen menos carne y menos especias, la carne suele estar mala (apagan el fueguito para ahorrar) y da diarrea. Ya esos shawarmas no pueden considerarse comida árabe. Si quieren verdadera comida árabe, vayan a San Borondón. Es una lástima que en Urdesa nos quieran ver la cara. LO QUE VENDEN EN URDESA NO ES SHAWARMA, ERA ANTES...

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