LA CAPITANA

 Por: José Alvarado


Ligia Moreira nació en  Los Ríos. Probablemente sea una de las deportistas más destacadas de toda la historia de la provincia. Lo que ha hecho es meritorio. Sin embargo, ser la primera futbolista en llevar la banda de capitana de la selección ecuatoriana de fútbol en un mundial no es algo que le quita el sueño. Ella busca que el fútbol femenino se consolide en Ecuador.
En este blog, ya se ha tocado el tema de la lucha de las futbolistas frente a los prejuicios que deben soportar ante la sociedad. En un reportaje pasado, Manoly Baquerizo, futbolista ecuatoriana, mencionó que hay un gran problema “por el machismo que existe en el país (…) Uno de los insultos más comunes es ‘vayan a cocinar’”. Para Ligia, esto ya es una cosa del pasado.

Ligia empezó a jugar desde pequeña. Estuvo en una escuela de fútbol que solo era para hombres a los 12 años. Por eso, ella conoce de primera mano lo que es enfrentarse a ese prejuicio.

La defensa central de la selección nacional y del Rocafuerte de Guayaquil expresó  “las mujeres han demostrado que pueden rendir en cualquier ámbito social”. A pesar de haber luchado desde hace mucho tiempo, la gente no ha sabido reconocer el trabajo que se ha hecho en muy poco tiempo con las selecciones femeninas. Así como ella, referentes a nivel mundial se han manifestado contra los prejuicios machistas.
"Todavía existe (el prejuicio) y comienza en casa. Los padres no aceptan que las niñas jueguen. Falta el incentivo familiar. Si hubiera incentivo en casa, habría una mayor movilización por el deporte". Esta frase la expresó –en una entrevista en el Folha de Brasil– una de las jugadoras de fútbol más populares del mundo: la brasileña Marta. Una tesis muy parecida defiende, también, otra jugadora reconocida: la española Verónica Boqueto.

Sin embargo, desde otra orilla, existen personas que creen que el prejuicio desapareció. Uno de ellos es el exfutbolista argentino Jorge Olarticoechea. Para él, el prejuicio y el machismo “antes tenían que ver, pero ahora se está rompiendo ese prejuicio. Si las chicas juegan al hóckey,  ¿por qué no van a jugar al fútbol? Somos una sociedad bastante machista, pero la mujer se está posicionando, como debe ser.” Al igual que Ligia, él considera importante el empoderamiento de la mujer en distintos y variados campos.

Hoy, Ligia sigue entrenando y dando todo para el siguiente reto. Es probable que el mal sabor del Mundial de Canadá –y la expulsión que sufrió– sigan molestando a Ligia. Pero el siguiente torneo ya se ve cercano: los Juegos Panamericanos. 

0 comentarios :

Con la tecnología de Blogger.